La
carga de trabajo es el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se ve sometido
el trabajador a lo largo de su jornada laboral. Tradicionalmente, este
“esfuerzo” se identificaba casi, exclusivamente, con una actividad física o
muscular. Pero hoy se sabe que cada día son más las actividades pesadas encomendadas
a las máquinas, y aparecen nuevos factores de riesgo ligados a la complejidad
de la tarea, la aceleración del ritmo de trabajo, la necesidad de adaptarse a tareas
diferentes, etc.
La
carga de trabajo es el conjunto de requerimientos a los que se ve sometida la
persona a lo largo de su jornada laboral. Estos requerimientos pueden ser de
tipo físico y/o mental.
Históricamente,
el trabajo implicaba la realización de trabajos con altas exigencias físicas,
pero actualmente a raíz de la mecanización y automatización de los sistemas de
trabajo, las exigencias físicas han disminuido siendo cada vez más frecuentes
los puestos de trabajo con mayores exigencias psicológicas.
La
Ergonomía y Psicosociología Aplicada es la técnica preventiva cuyo objetivo es
el de ajustar estos requerimientos físicos y/o psicológicos del trabajo a las
capacidades, limitaciones y necesidades de la persona, evitando los riesgos
para la salud que puede sufrir el trabajador si no se da este ajuste. A
continuación vamos a ver los riesgos derivados de la carga física y mental de
trabajo, así como algunas pautas preventivas.
La
consecuencia más directa de la carga de trabajo tanto física como mental, es la
Fatiga. Se puede definir la fatiga como
la disminución de la capacidad física y mental de un individuo después de haber
realizado un trabajo durante un período de tiempo determinado.
Las
causas de la fatiga pueden ser por posturas corporales, desplazamientos,
Sobre
esfuerzos o manejos de cargas (físicos) y/o por excesiva recepción de
información, tratamiento de la información, fatiga por intentar dar respuesta a
todo, etc. (mentales).
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